La producción primaria y secundaria son las formas que
utilizan los seres vivos para fijar y asimilar la energía. La producción
primaria es la que llevan a cabo los organismos autótrofos y la producción
secundaria es llevada a cabo por los organismos heterótrofos. A través de los
niveles tróficos la energía asimilada por fotosíntesis se va transfiriendo en
forma incompleta, porque una parte se pierde como calor y, por otro lado, no
todo lo producido por un nivel es consumido, sino que una parte va a parar a
los desintegradores.
Es importante mencionar que de la energía solar que alcanza
la superficie de la Tierra, una fracción muy pequeña es utilizada por los
sistemas vivos. Aun cuando la luz caiga en una zona con vegetación abundante
como en una selva, un maizal o el desierto, sólo aproximadamente entre el 1 y
el 3% de esa luz (calculado anualmente), se usa en la fotosíntesis.
Con esta fracción tan pequeña, se produce –a partir del dióxido
de carbono, el agua y unos pocos minerales– varios millares de gramos (en peso
seco) de materia orgánica por año en un solo metro cuadrado de campo o de
bosque, un total de aproximadamente 120 mil millones de toneladas métricas de
materia orgánica por año en todo el mundo.
A la producción de materia en uno u otro nivel trófico se le
denomina biomasa; se expresa habitualmente como gramos de materia orgánica por
metro cuadrado (g/m2) o como calorías por metro cuadrado (cal/m2), o en
cualquier otra unidad de superficie apropiada. La producción es la tasa a la
cual la materia orgánica se crea por medio de la fotosíntesis.
Viaja por el mapa para que observes en donde hay mayor
productividad primaria neta y en qué lugares hay menos en nuestro planeta.
Imagen recuperada de Sadava, D. (2009). Vida la ciencia de la Biología. México: Médica panamericana. pág. 1250.
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